jueves, 14 de marzo de 2013

6. El experimentador.

Vamos a tratar a continuación un tema que a mi parecer es  básico: el experimentador.
Siempre, ante cualquier fenómeno de índole paranormal, tendemos a relacionarlo con agentes externos a nosotros. Bien, en el fenómeno de la TCI el binomio experimentador-inteligencia esta totalmente relacionado. No podemos entender la fenomenología TCI desde un punto de vista autónomo e independiente.Vayamos por partes:

  • Germán de Argumosa afirmaba que no hay efecto sin causa. Esta teoría es totalmente cierta, al menos desde un punto de vista filosófico, pero este tema lo dejaremos para más adelante.
  • Sinesio Darnell confirmaba la idea también defendida por otros investigadores de la época de los 80, en la que afirmaban que la energía debía de aportarla el propio investigador, bien mediando onda acústica, lumínica o hertziana; teoría ésta que creo  la más más próxima a la realidad que nos aborda.
Una vez comentadas estas dos teorías, he de afirmar que bajo la experimentación que he llevado a cabo, la figura del experimentador adquiere una importancia sin precedente dentro de la experimentación TCI.
Podemos tener la última generación de grabadoras, micrófonos, platinas, radios, programas electrónicos, ser ingenieros de sonido, de telecomunicaciones, lo que queramos...pero hay algo que no está en nuestra mano poseer: la capacidad. No me mal interprete, con eso no quiero decir  bajo ningún concepto que deba de poseer capacidades medíunicas ni ser un iluminado, pero debe existir "un algo" que no todo el mundo posee. Es cierto que grabar psicofonías es relativamente fácil, ya que el fenómeno existe y está ahí, pero llegar a conseguir comunicaciones de una manera fluida es más complicado. En base a mis experimentaciones he llegado a la conclusión de que la presencia del experimentador, sin ser cien por cien necesaria, es muy importante a la hora de registrar grabaciones. Con esto no quiero desmentir ni muchísimo menos a aquellos experimentadores que afirman el conseguir registros parafónicos sin presencia del experimentador, porque desde luego esos casos existen, por lo cual si podemos afirmar que NO es necesaria la presencia del experimentador.Además está científicamente demostrado que nuestra mente no dispone de capacidad de interferencia en este caso un aparato de grabación. Pero desde luego, en mis investigaciones he llegado a la conclusión siguiente: el experimentador acelera y acrecienta el número de inclusiones. Eso es un hecho, además constatable. En cierta forma tiene su lógica: cuando hablamos de comunicación entendemos la presencia de un emisor y por ende de un receptor. Al no existir una de las partes no habrá comunicación, aunque desde luego si se pueden captar tímidos registros que en ocasiones hacen referencia a la ausencia del experimentador. En cierta ocasión leía un artículo de un grupo de investigación escocés en el que explicaban como estas inteligencias se "acomodan" a la hora de ser registradas, estableciendo unas pautas de grabación como un mismo día,  misma hora y  el mismo lugar. Es cierto, a medida que se fomenta o se normaliza el contacto el número de inclusiones crece, no solamente en número sino en mensaje, siendo estos mucho más elaborados y desarrollados. No debemos de olvidar que la perseverancia y la paciencia son dos características que el experimentador deberá de tener presente a lo largo de toda su carrera investigatoria. Si usted está pensando en registrar parafonías a la primera de cambio vaya olvidándose: el registrar parafonía no es fácil, sobre todo como repito, con mensajes profundos y altamente espirituales ( o no, también pueden ser nefastos, agoreros, insultantes, amenazadores) pero al fin y al cabo mensajes son. La actitud del experimentador debe de ser siempre de máximo respeto y ante todo ser cauto; estas prácticas tienen sus riesgos que trataremos posteriormente.

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