martes, 12 de marzo de 2013

4. ¿Por qué grabar?

Lo que mueve a una persona a adentrarse en el mundo de la TCI es algo personal. Por eso voy a aprovechar para contar mi experiencia. Desde bien joven sentí gran atracción por este enigma que son las psicofonías. Todavía recuerdo aquellas madrugadas radiofónicas en las que Germán de Argumosa rompía el sueño de media España con sus grabaciones en cinta magnetofónica, y que a mi me ponían los pelos de punta a la vez que me fascinaban. Posteriormente llegaron otros, como Santiago Vázquez en los que trataban este tipo de temas, y por supuesto, me seguía impresionando como cuando era un niño. Hasta que un buen día en el año 2010 empecé a estudiar este tema desde un punto de vista técnico y metodológico. En este punto he de reseñar que en España adolecemos de grupos investigativos medianamente serios (haberlos haylos) por lo que la búsqueda de bibliografía extranjera se hace totalmente necesaria. A mi me sirvió de gran ayuda la información proporcionada por algunos grupos tanto escoceses como alemanes, sin olvidarnos de gente como Anabela Cardoso, Monique Simonet o Françoise Brune entre otros. En España desde luego no podemos obviar a Pedro Amorós ( el mayor divulgador actual del fenómeno) o el ya fallecido Sinesio Darnell. Bien, una vez que ya tenía la información teórica era necesario pasar a la acción. Y aquí repito la pregunta: ¿Por qué grabar? Y la respuesta se la doy clara y firma: "Para corroborar". ¿Corroborar el qué? Precisamente la existencia o no del fenómeno. Y desde luego aseguro que este fenómeno existe. En este caso mi primigenia necesidad era el corroborar, pero no es equiparable a todas las personas. Hay gente que lamentablemente ha perdido a un ser querido, en este caso la necesidad sería otra: la comunicación con su persona querida. Otras lo hacen movidas por la curiosidad, y en cierta forma como un juego. Otros por el morbo de enfrentarse a lo desconocida. En fin... el por qué grabamos tiene muchas variantes, todas ellas respetables en mayor o menor grado. Pero llegados a este punto yo recomiendo siempre tratar el tema con mucho respeto y desde cierta distancia. No sabemos realmente ante qué nos enfrentamos, por lo tanto si usted está interesado en comenzar su experimentación en el mundo de la TCI le recomiendo de entrada que se informe ( puede ponerse en contacto conmigo en cualquier momento), y sobre todo tener la cabeza muy fría. Generalmente las respuestas que nos encontremos serán negativas: insultos, amenazas, premoniciones nefastas, mentiras, augurios y un largo etcétera colmarán nuestros soportes de grabación. Por lo tanto MÁXIMA precaución a la hora de grabar. Como dato curioso siempre comento mi primer registro parafónico: día 15 de Junio, una del mediodía, y un monte en el que no había absolutamente nadie a dos kilómetros a la redonda. En plena grabación registro mi primera parafonía: "El cabrón viene solo". Con esto quiero explicar que el mensaje, por lo general, será amenazante e intentará por todos los medios el desafiarnos. Por lo tanto, repito, MÁXIMA precaución a la hora no sólo de grabar, sino de interpretar los mensajes; podemos llegar a obsesionarnos y en ese momento podemos comenzar a tener problemas, y muy serios. Para finalizar les dejo una frase del maestro Sinesio Darnell: " El experimentador es quien maneja el fenómeno. No deje que el fenómeno maneje al experimentador".
Salud y buenos alimentos.

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